La mula
La mula, de Clint Eastwood (2018)
Para mí es uno de los actores y directores de culto que he seguido desde hace muchos años. La película de El bueno, el malo y el feo, quizá uno de los westerns más famosos, la vi siendo un adolescente y a partir de ahí lo he seguido en casi todos sus trabajos.
Quién sabe hasta qué grado un hombre anciano, cuando tiene la posibilidad, busca hacer por placer las cosas que le queden disponibles. En el caso de Eastwood, esta película plantea que tanto el director como el personaje que interpreta hacen las cosas por placer, por gusto.
En primer término, habría que tener presente esta circunstancia, ¿acaso es necesario ser un anciano para hacer las cosas que uno le gusten o bien, para que nos guste lo que hacemos?
Como director, puede darse el lujo de invitar a actores reconocidos para roles donde tal vez no brillan, pero que son parte de una buena historia, la cual también puede no ser importante, pero sí importante para el director.
Como actor, el personaje que vemos es un hombre que ha cometido errores, pero sabiendo también que la vida es una sola y que se deben aprovechar los momentos, lo vemos disfrutar esos placeres que la vida le da debido a ese nuevo empleo "hacia el final de su vida". Y si bien, claramente la historia deja claro que no es una apología del delito, pues al final, él acepta sin duda su responsabilidad, es posible apreciar el planteamiento de si la vida que generalmente da limones, y cuando eso sucede uno se debe adaptar a esas circunstancias, asimismo, cuando da frutos dulces, se deben disfrutar.
Por otro lado, debe mencionarse que la película es una crítica bastante clara al concepto de moral que existe en esta sociedad, esta costumbre maniquea con la que se colocan a las personas (que no sólo las acciones) en dos canastas, los buenos en una y los malos en otra, sin espacio para los grises o claroscuros, sin posibilidad de considerar las razones, las causas, y basándose sólo en las creencias personales, juzgar y etiquetar.
Para mí es uno de los actores y directores de culto que he seguido desde hace muchos años. La película de El bueno, el malo y el feo, quizá uno de los westerns más famosos, la vi siendo un adolescente y a partir de ahí lo he seguido en casi todos sus trabajos.
Quién sabe hasta qué grado un hombre anciano, cuando tiene la posibilidad, busca hacer por placer las cosas que le queden disponibles. En el caso de Eastwood, esta película plantea que tanto el director como el personaje que interpreta hacen las cosas por placer, por gusto.
En primer término, habría que tener presente esta circunstancia, ¿acaso es necesario ser un anciano para hacer las cosas que uno le gusten o bien, para que nos guste lo que hacemos?
Como director, puede darse el lujo de invitar a actores reconocidos para roles donde tal vez no brillan, pero que son parte de una buena historia, la cual también puede no ser importante, pero sí importante para el director.
Como actor, el personaje que vemos es un hombre que ha cometido errores, pero sabiendo también que la vida es una sola y que se deben aprovechar los momentos, lo vemos disfrutar esos placeres que la vida le da debido a ese nuevo empleo "hacia el final de su vida". Y si bien, claramente la historia deja claro que no es una apología del delito, pues al final, él acepta sin duda su responsabilidad, es posible apreciar el planteamiento de si la vida que generalmente da limones, y cuando eso sucede uno se debe adaptar a esas circunstancias, asimismo, cuando da frutos dulces, se deben disfrutar.
Por otro lado, debe mencionarse que la película es una crítica bastante clara al concepto de moral que existe en esta sociedad, esta costumbre maniquea con la que se colocan a las personas (que no sólo las acciones) en dos canastas, los buenos en una y los malos en otra, sin espacio para los grises o claroscuros, sin posibilidad de considerar las razones, las causas, y basándose sólo en las creencias personales, juzgar y etiquetar.
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