Cine por necesidad

No sé desde cuando me viene la admiración por el impresionismo francés, o postimpresionismo según los que saben que es donde ubican a Gauguin. Más como este escrito no pretende ser preciso en corrientes artísticas sino contar algo teniendo sólo algunas referencias, dejémoslo en impresionismo. En esa corriente ubico a Degas, Monet, Manet, Pisarro, Van Gogh y Gauguin, y disculpen si ya he dicho disparates o estoy por decirlos. Empezando por esas pinturas de la campiña francesa o de París y la forma de captar la luz en el agua, en los ríos, lagos o en los canales de la ciudad, o los desnudos excelentemente logrados de mujeres rotundas, o los bodegones de diversas formas hasta llegar a los famosos girasoles. Hasta aquí, hablando sólo de manera general acerca de la obra de estos señores. Sin embargo, una vez encontré por accidente parte de las pinturas que Paul Gauguin hizo mientras se exilió voluntariamente en la Polinesia Francesa. Y me encontré con paisajes de las islas pero fundamen

La mula, de Clint Eastwood (2018) Para mí es uno de los actores y directores de culto que he seguido desde hace muchos años. La película de El bueno, el malo y el feo, quizá uno de los westerns más famosos, la vi siendo un adolescente y a partir de ahí lo he seguido en casi todos sus trabajos. Quién sabe hasta qué grado un hombre anciano, cuando tiene la posibilidad, busca hacer por placer las cosas que le queden disponibles. En el caso de Eastwood, esta película plantea que tanto el director como el personaje que interpreta hacen las cosas por placer, por gusto. En primer término, habría que tener presente esta circunstancia, ¿acaso es necesario ser un anciano para hacer las cosas que uno le gusten o bien, para que nos guste lo que hacemos? Como director, puede darse el lujo de invitar a actores reconocidos para roles donde tal vez no brillan, pero que son parte de una buena historia, la cual también puede no ser importante, pero sí importante para el director. Como acto

Tren nocturno a Lisboa de Bille August (2013) Leí varias críticas, y muchas no la bajan de aburrida, tediosa, como una fórmula ya usada por el director en otras películas. Una buena historia a mi juicio, con una idea central: cuando se encuentra algo por lo que uno piensa que vale la pena dejarlo todo, hay que hacerlo. Un profesor de camino a la escuela salva a una muchacha de suicidarse y tras rescatarla, ella le deja un libro y un billete de tren a Lisboa. Al llegar a la estación como no la ve, piensa que ya está en el tren y decide subir al tren. En el viaje, lee el libro, que habla acerca del pensamiento de un hombre portugués de nombre Amadeu. Y ese libro y ese encuentro le hacen querer saber el contexto en el que se escribió. Una protagonista de este film es la ciudad, Lisboa. En 2012 estuve en Lisboa. No es menos hermosa que París o Madrid. Una ciudad que se disfruta a pie, con sus callejuelas y el castillo de San Jorge en el medio, desde donde se ve toda la

Cinema Paradiso de Giuseppe Tornatore (1988) Hace más de 30 años que vi esta película. Tengo en la mente varias películas que han sido importantes para mí, pero hay algo en esta película que marcó una diferencia, tanto en mi forma de ver el cine, como la vida. Si bien es cierto que las personas nos marcan y muchas veces nos definen, es verdad que también lo puede hacer un libro, una canción...o una película. En estos años, he visto muchas películas que son basura, muchas historias que no valen la pena, muchas películas comerciales y sin sentido. Pero he tenido suerte de hallar ciertas historias significativas y Cinema Paradiso es una de ellas. Si bien la película se centra en la historia de Toto y Alfredo y su pasión por el cine, alguna vez leí que la película era como un poema de amor por el cine, un canto que habla de todas esas sensaciones que el cine puede crear en las personas. Hoy, que he vuelto a ver esta película, me di cuenta de esas emociones particulares que e

Los Pájaros de Alfred Hitchcock (1963). Esta película la vi por primera vez hace unos 30 años. Un amigo mencionaba respecto de ella que era como una historia donde la tensión va creciendo y creciendo y cuando se ha llegado al punto más intenso, la película se acaba. Hace unos años se hicieron dos películas en torno a esta película, una fue un biopic de Hitchcock y la otra fue acerca de la actriz con el papel principal de la película, Tippi Hedren. En ambas películas se habla acerca de la obsesión del director por la actriz, aunque en realidad se dice que Hitchcock tuvo esa misma obsesión por las rubias en general, así pasó con Kim Novak y con Grace Kelly. El caso de la primera, se menciona que no permitía que se le acercaran los demás actores, en particular el protagonista masculino y ella dice en su biografía que en las escenas donde ella es atacada por los pájaros, el director la expuso a muchos días de tensión psicológica y daño físico. La historia que se narra en la pelícu

El profesional de Luc Besson (1994) El marido de la peluquera de Patrice Leconte (1990) Las vi no hace mucho, la primera es como la cuarta vez que vuelvo a verla, y la segunda es la primera vez. Las dos de directores franceses, las dos cuentan una historia de una pareja inusual, y en las dos hay una Matilda. Aprendemos desde la escuela y la familia que las cosas deben tener un momento, un lugar pertinentes. Y cualquier versión que se salga de ese momento o lugar debe rechazarse o condenarse. La cuestión es que las circunstancias para muchas personas no son las ideales y por tanto, se deben adaptar a lo que hay y en el momento. En el caso de estas circunstancias ideales, un factor relevante es la edad, y en el caso de estas dos historias, es lo menos relevante, o más bien, es algo que pasan por alto las dos Matildas. Vivimos en un país donde el abuso es algo común en diversos ambientes, el familiar, el escolar, en la calle, en el tr